Los cuatro partidos
políticos
hoy por hoy hegemónicos
(PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos) dicen aspirar a la “centralidad”, la mágica palabra que les piensan les abriría las
puertas del gran granero de votos que se ubica en el centro sociológico. La Real Academia la define parcamente como
“condición de central”.
Pero lo cierto es que de “centro-centro” no es ninguno. De la
izquierda radical o moderada vienen dos, y de la derecha, conservadora o
modernizada, los otros dos. Y ninguno parece querer declarar abiertamente sus principios ideológicos, no vaya a
ser que se le espanten posibles votantes.
Podemos –según Pablo Iglesias- ahora resulta ser socialdemócrata, facción moderada
incluso. Pedro Sánchez ya apostaba
por el centro en 2014 (''Reivindico la centralidad y la defensa de la clase
media”). Por su parte, Núñez Feijóo
declaraba hace poco: “El PP tiene la
obligación de recuperar la centralidad política”. Y Albert Rivera no ha tenido reparos al evocar, recientemente, a
Adolfo Suárez como su principal referente político.
¿Es honesto
este proceder? ¿No nos recuerda a la conocida frase de Groucho Marx sobre sus principios?
No hay comentarios:
Publicar un comentario