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25 de junio de 2013

COMO AHORRAR CONDUCIENDO


De mi excompañero y amigo, el avezado periodista medioambiental Rafael Carrasco, tomo en parte prestado su artículo “Consejos para ahorrar gasolina y emisiones con nuestro coche”, (www.agenciadossier.es) cuya doble utilidad –en beneficio del consumidor y de nuestro entorno natural- es hoy más patente que nunca.
"Como explican los profesores de CEA, Prevensis, el RACC y otras entidades que ofertan cursos de conducción eficiente -muchos de ellos, gratuitos- , la gran tarea para llegar a ser un eco-conductor está en la caja de cambios. La primera y la segunda marcha son los grandes enemigos de nuestro depósito de gasolina: cuanto menos circulemos en estas marchas potentes, mejor. Uno o dos segundos después de iniciar la marcha en primera, hay que cambiar a segunda y en cuanto veamos el camino despejado para seguir circulando, cambiamos a tercera, cuatro o cinco segundos después".
"Al parecer, en recorridos urbanos, circulamos casi siempre con una o dos marchas más bajas de lo que permite el coche y aconseja un uso eficiente del mismo. Seguramente, por malas enseñanzas de las autoescuelas o porque la evolución de los coches va muy por delante de la evolución de los hábitos al volante, apuramos las marchas hasta revolucionar el motor 2.500 ó 3.000 revoluciones por minuto".
Casi todo el mundo sube de marcha cuando lo pide el motor, pero cuando aumenta mucho el ruido es porque el motor ya va muy forzado, hay que cambiar de marcha mucho antes”, explica Daniel, profesor de la firma Prevensis en cursillos de este tipo. Si el motor lo permite, ahorra bastante gasolina –y emisiones- ir en una marcha larga con el acelerador bien pisado que en otra más corta y el acelerador apenas pisado.  De modo que llegar a las 3.000 revoluciones, como es costumbre de millones de conductores, no sirve más que para malgastar combustible y disparar las emisiones. ¿Cuándo cambiar realmente a una marcha más alta? Por regla general, en un motor de gasolina, cambiaremos a una marcha superior cuando el motor esté en la zona entre 2.000 y 2.500 rpm. Si es un coche con motor diesel, lo haremos entre las 1.500 y las 2.000 rpm.".
"¿Qué vemos un semáforo en rojo al fondo? No hay que bajar en principio de marcha, lo que sí debe hacerse es no acelerar ya y dejarse llevar en una marcha larga, sin tocar el acelerador y aprovechando la inercia del vehículo. Esto último -la inercia- es un concepto básico de la conducción eficiente. Por cierto, se puede perfectamente frenar en cuarta o en quinta marcha hasta casi detener el vehículo y, en el último momento, pisar el embrague para que no se cale el motor".
"Cuando llene el depósito, no apriete la manilla del surtidor al máximo. Dicho de otro modo: elija el modo de repostaje más lento y ahorrará dinero. ¿Por qué? Si se llena el depósito apretando la manilla al máximo, un porcentaje del carburante que entra en el depósito se transforma en vapor y vuelve por la manguera del surtidor al depósito de la estación, de modo que pagamos una cierta cantidad de gasolina que nunca vamos a usar. Al abrir la manguera lentamente, en cambio, se crea menos vapor, y hay por tanto menos pérdidas de gasolina.".
"No apure nunca el depósito, rellénelo antes de llegar a la reserva. Cuanto más combustible haya en el depósito, menos aire entra en el mismo y se produce menos evaporación. Por eso, los depósitos cisterna de las refinerías tienen techos flotantes en el interior que separan el aire del combustible y reducen al mínimo la evaporación".