Investigadores de la división de Oncología de la californiana
universidad de Stanford –prestigiosa
institución con 27 premios Nobel- ha anunciado el éxito en un experimento con
ratones que logró erradicar tumores en
casi un 100% de los casos, aplicando inmunoestimulantes.
Ratones del experimento |
Los detalles fueron publicados en Science Translational Medicine (enero de 2018. “Eradication of spontaneous malignancy by
local immunotherapy”)
Básicamente, los científicos seleccionaron agentes inmunoestimulantes que pudieran
desencadenar una respuesta inmune de
células T, un tipo de glóbulo blanco que se genera a partir de células
madre situadas en la médula ósea.
Los autores señalaron que habían desarrollado “una estrategia práctica para la inmunoterapia
del cáncer”. Aprovecharon el repertorio inmune preexistente de células T en
el microambiente tumoral, combinando “un agonista de TLR y un anticuerpo activador OX40”,
de modo que consiguieron amplificar estas células T antitumorales para inducir
su acción en todo el cuerpo contra
el tumor en sitios no tratados.
De los dos agentes inmunes utilizados en el estudio, uno ya
ha sido aprobado para su uso en humanos y el segundo está, actualmente,
involucrado en un ensayo de tratamiento de linfoma.
El experimento se efectuó en 90 ratones y logró erradicar completamente los tumores en 87 de ellos, lo que permitió a
los investigadores declararlos libres de cáncer. Y en los tres restantes los
tumores retrocedieron después de otra ronda de tratamiento inmunológico
Los resultados en ratones demuestran la potencia de implantar la vacuna in situ en una situación de cáncer espontáneo impulsada por un
oncogen fuerte, lo que sugiere la posibilidad de una aplicación directa al
cáncer humano, si bien no siempre los que funciona en los roedores también los
hace en las personas.
Por analogía con los ratones genéticamente
propensos, si la nueva técnica tuviese éxito en el ser humano, podemos imaginar
que administrar una vacuna in situ en el sitio del tumor primario sea la primera opción antes de plantearse la
cirugía en pacientes con alto riesgo de la aparición de enfermedad metastásica
y/o en pacientes genéticamente propensos a desarrollar segundos cánceres
primarios, tales como aquellos con mutaciones heredadas en los genes BRCA (genes que producen proteínas
supresoras de tumores).
En todo caso, se requieren nuevas investigaciones que confirmen este experimento, sin olvidar
las posibles consecuencias a largo plazo, cuestión que siempre es una preocupación
con las terapias inmunológicas.
“Eradication of spontaneous
malignancy by local immunotherapy”
Autores: Idit
Sagiv-Barfi, Debra K. Czerwinski, Shoshana Levy, Israt S. Alam, Aaron T. Mayer,
Sanjiv S. Gambhir and Ronald Levy.
Division of
Oncology, Department of Medicine, Stanford University, Stanford, CA 94305, USA.
Department of Radiology, Molecular Imaging Program at Stanford (MIPS), Stanford
University, Stanford, CA 94305, USA.