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20 de septiembre de 2016

2017: ¿RECORTES OTRA VEZ?

 Sea cual fuere el próximo Gobierno –y presuponemos, esperemos que con no desmedido optimismo, que a comienzos del próximo año lo haya efectivamente-parece casi ineludible que tenga que acometer un paquete de recortes en el gasto que acerque el Déficit Público a lo comprometido con Bruselas. Pero, además, podrán existir otras razones de índole puramente económica que lo amplifiquen.

1. La exportación ha sido y es un componente importante de nuestra economía; y aunque hasta ahora presenta un comportamiento sin duda vigoroso, la reducción prevista del ritmo de la economía mundial podría afectarla de modo significativo.
2. El próximo año no cabe esperar un incremento –y será difícil el mero mantenimiento- del consumo interno, si las previsiones del PIB se cumplen (se estiman en alrededor del 2,3- 2,5%).

3. El crudo barato podría no durar eternamente (de hecho ya está repuntando ligeramente). Incrementos, aún moderados, repercutirían de forma notable en una economía energéticamente tan dependiente como la nuestra.

4. Si persiste la contención salarial se verá afectado el consumo interno (punto segundo). Parece probable una congelación del sueldo de los funcionarios.

5. Respecto a las facilidades de financiación del Banco Central Europeo, el mecanismo de compras de deuda pública (llamado "expansión cuantitativa") y el nuevo impulso al Plan Juncker, que aspira a movilizar inversiones hasta superar los 600.000 millones en 2022, aun siendo palancas de indudable interés para movilizar los resortes económicos, tendrían poca influencia en una política de reducción del gasto público.