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20 de agosto de 2015

ESQUIZOFRENIA Y DEPRESIÓN: HALLADAS FUERTES EVIDENCIAS DE SUS CAUSAS GENÉTICAS

El término  esquizofrenia fue introducido por el psiquiatra suizo Eugene Bleuler en 1911, pero este trastorno ya fue identificado por su colega alemán Emil kraepelin en 1896, bajo el nombre de "demencia precoz", aludiendo  a que las personas afectadas sufrían  graves deterioros cognitivos, presentado comportamientos similares a las demencias experimentadas por algunas personas ancianas, pero en este caso en una edad juvenil.

Hoy se sabe que la edad de aparición está comprendida entre los 15 y los 45 años, aunque suele comenzar al final de la adolescencia, dándose casos incluso en la infancia, que suelen enmascararse con problemas escolares o mal comportamiento. Se estima que el 1% de la población padece esquizofrenia (unas 400.000 personas en España).

Básicamente, quien sufre de esquizofrenia experimenta una distorsión de los pensamientos y sentimientos. Lo que caracteriza esta enfermedad es que afecta a la persona de una forma total, por lo que quien la padece comienza a sentir, pensar y hablar de forma diferente a como lo hacía antes: dicho individuo puede empezar a sentirse extraño, más aislado, puede evitar salir con amigos, duerme poco o demasiado, habla solo o se ríe sin motivo aparente.

Ahora, un equipo internacional de científicos dirigido por investigadores de la Universidad de Cardiff, en Reino Unido, ha proporcionado la evidencia más clara hasta la fecha de las causas de la esquizofrenia. Publicado en la revista Neuron, su trabajo presenta unos  fuertes indicios de que la interrupción de un delicado equilibrio químico en el cerebro está notablemente implicada en el trastorno.

En el estudio, el equipo encontró que las mutaciones ligadas a enfermedades perturban conjuntos específicos de genes que contribuyen a la señalización excitatoria e inhibitoria, cuyo balance juega un papel crucial en el desarrollo saludable del cerebro. El avance se basa en dos estudios de referencia, dirigidos por miembros del equipo de la Universidad de Cardiff, y publicados en la revista Nature.

“Finalmente, estamos empezando a entender qué va mal en la esquizofrenia”, afirma el autor principal, Andrew Pocklington, del Centro MRC de Neuropsiquiatría Genética y Genómica de la Universidad de Cardiff.  “Nuestro estudio es un paso importante hacia la comprensión de la biología de la esquizofrenia, que es una enfermedad muy compleja y ha tenido hasta hace muy poco a los científicos perplejos en cuanto a sus orígenes”, añade.



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Andrew Pocklington
“Ahora, tenemos lo que creemos que es una pieza muy importante del rompecabezas, que nos ayudará a desarrollar un modelo coherente de la enfermedad, mientras que nos permitirá descartar algunas de las alternativas. Se necesita con urgencia un modelo fiable de la enfermedad para dirigir los esfuerzos futuros en el desarrollo de nuevos tratamientos, que no han mejorado realmente mucho desde la década de 1970″.

Y el profesor Hugh Perry añade “Este trabajo se basa en nuestra comprensión de las causas genéticas de la esquizofrenia, desentrañando cómo una combinación de defectos genéticos pueden alterar el equilibrio químico del cerebro. Científicos en Reino Unido, como parte de un consorcio internacional, están descubriendo las causas genéticas de una amplia gama de problemas de salud mental, como la esquizofrenia”.

Para llegar a sus conclusiones, los científicos compararon los datos genéticos de 11.355 pacientes con esquizofrenia frente a un grupo de control de 16.416 personas sin la patología. Buscaron tipos de mutaciones conocidas como variantes de número de copias (CNV), mutaciones en las que grandes tramos de ADN son eliminados o duplicados.

El equipo de expertos demostró que las mutaciones en individuos con este trastorno tienden a alterar los genes implicados en aspectos específicos de la función cerebral. Los efectos que causan enfermedades de CNVs también son sospechosos de estar involucrados en otros trastornos del desarrollo neurológico, como retraso mental, trastorno del espectro autista y Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH).

Por otra parte, según publica recientemente la revista británica Nature, un equipo de científicos ha identificado dos variantes genéticas que están asociadas a la depresión, un hallazgo que podría arrojar luz sobre una enfermedad, en realidad,  aún poco conocida.
Prof Jonathan Flint
Jonathan Flint
La investigación, encabezada por el experto Jonathan Flint, de la Universidad de Oxford (Reino Unido) recuerda que el trastorno depresivo agudo (MDD, siglas en inglés) es una de las enfermedades mentales más comunes y una de las principales causantes de discapacidad en todo el mundo. Sin embargo, el “análisis genético” de esta enfermedad “común” y “compleja” presenta “importantes desafíos” para la ciencia, que hasta la fecha no ha encontrado pruebas definitivas al respecto.
Estudios anteriores han sugerido que la genética tiene influencia sobre la depresión, pero después de analizar más de 9.000 casos, los científicos han fracasado a la hora de hallar una relación “firme” entre “variantes genéticas replicadas” y este trastorno mental.

Flint y sus colegas adoptaron un enfoque diferente al reducir su conjunto de muestras, lo que les permitió centrar su atención sobre 5.303 casos de mujeres pertenecientes a la etnia china diagnosticadas con MDD.  Sus análisis revelaron la existencia de dos áreas, ambas localizadas en el cromosoma 10, relacionadas con dicho trastorno.
Una de esas regiones se encuentra cerca de un gen llamado SIRT1, conocido por su papel en la producción de mitocondrias, unas estructuras generadoras de energía que se cree podrían estar “relacionadas de alguna manera” con la depresión, apunta el documento. El segundo área es un “intrón” (una región del ADN) del gen LHPP, cuya función es la de codificar una determinada proteína.

Aunque estos hallazgos representan un importante avance para el entendimiento de la depresión, los autores precisan que esta enfermedad depende también de la existencia de “varios factores ambientales y genéticos”. En consecuencia, especulan con la posibilidad de que en el futuro se descubran más “variantes genéticas” asociadas al MDD.

16 de agosto de 2015

EL SEÑOR CHANG Y LA CRISIS ECONÓMICA

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Recomiendo el mejor artículo sobre la crisis económica que he leído, escrito por Ha-Joon Chang, profesor de la facultad de Económicas de la universidad de Cambridge, que afirma que  todo el mundo puede comprender la economía y que ésta, al contrario de lo que sostiene el pensamiento dominante, no es una ciencia que exhiba verdades objetivas. La economía es política, concluye.

http://economia.elpais.com/economia/2015/07/29/actualidad/1438164874_704816.html