Espectacular avance en la lucha contra el cáncer. Más de 50
científicos de siete países firman el mayor
descubrimiento hasta la fecha sobre
la diseminación de los tumores primarios: éstos envían sondas mensajeras capaces
de convertir a otros órganos en lugares acogedores para las células cancerosas. El hallazgo será clave
para interceptar el proceso de expansión.
Entender por qué un tumor genera metástasis en unos órganos y
no en otros es una de las mayores aspiraciones de la oncología, algo ya a
nuestro alcance gracias al trabajo de Héctor
Peinado, jefe del Grupo de Microambiente y Metástasis del CNIO, junto con David Lyden, del Weill
Cornell Medical College, y Jaqueline
Bromberg, del Memorial Sloan
Kettering Cáncer Center, entre otros.
Ayuko Hoshino y Bruno Costa-Silva, primeros coautores han recopilado, junto con
Peinado y Lyden, indicios de que los tumores emiten millones de vesículas que portan una representación de sus
proteínas y su contenido genético, llamadas exosomas, que se ocupan de que los órganos de destino estén
preparados para acoger las células tumorales. En concreto, los exosomas
desencadenan en el órgano de destino la respuesta
molecular necesaria —inflamación y vascularización— para acoger las células
tumorales, de forma que cuando estas lleguen puedan proliferar. “Este mecanismo que postulamos era hasta
ahora desconocido en la formación de nichos metastásicos”, explica Peinado.
Los investigadores sabían que de los millones de exosomas que
parten del tumor solo algunos
anidan, y además no lo hacen en un órgano al azar, sino en unos más que en
otros. Supusieron –acertadamente- que los exosomas, llevaran etiquetas
moleculares que, de algún modo, los dirigieran a órganos específicos.
Para investigar la hipótesis los autores escogieron varias
líneas celulares procedentes de una decena de tumores distintos, y de los que se sabe que algunos metastatizan a
órganos concretos —pulmón, hígado, cerebro o hueso—. Analizaron las proteínas
de sus exosomas —casi un millar de proteínas— en busca de las que podrían
cumplir esa función de código postal.
Además, los científicos descubrieron las señales moleculares que median la reacción del tejido de destino
cuando llegan los exosomas. En concreto, estas señales implican el aumento de genes de la familia S100,
conocidos por promover señales inflamatorias (la inflamación es un proceso que
se asocia con el cáncer).
Estos resultados suponen la identificación de posibles nuevas dianas farmacológicas, dice
Peinado: “Hemos definido un nuevo mecanismo de metástasis a órganos concretos
que implica a integrinas y proteínas S100, que podrían ser usadas como nuevas
dianas antimetastásicas”. El
hallazgo ayudará a definir el mejor tratamiento para cada paciente y a
interceptar las primeras fases de formación de las metástasis.
Este trabajo es el resultado de una colaboración internacional, multidisciplinar
y multiinstitucional, que implica la obtención de múltiples modelos
celulares, preclínicos y muestras humanas. La búsqueda de estos modelos se ha
llevado a cabo durante los tres últimos años y en ella han participado muchos equipos, lo que se refleja en el
alto número de firmantes.
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