De
modo que habrá 24 nuevos diputados autonómicos que, probablemente,
serán escrutados con interés para
ver en que consiste la “nueva política” que ellos mismos
anunciaron, especialmente en el caso de Podemos, y
a que
acuerdos o pactos llegan a formalizar.
Con
todo, sería arriesgado extrapolar
dichos resultados al resto de comicios del presente
año. Cada Comunidad
Autónoma, cada
ayuntamiento,
es un mundo distinto. Lo
único seguro es que los partidos de Iglesias y Rivera
van a contar, poco o mucho, y cuando sea lo segundo romperá el
bipartidismo, aun cuando éste siga vivo, pero significativamente
menos lustroso.
Como
colofón, en las Generales
de noviembre podrá
comprobarse el grado global de respaldo de “los
nuevos”, una vez que hayan
ya tenido algunas responsabilidades de gobierno o
tareas opositoras
en los diferentes consistorios y asambleas autonómicas.
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