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26 de marzo de 2012

ANDALUCÍA 25-M: GANAR ELECCIONES PERDIENDO EL PODER

Prescindiendo de los predecibles comportamientos de los políticos tras unas elecciones -todos encuentran razones más o menos peregrinas para decir que han ganado- los resultados de los comicios andaluces, señalan algunas evidencias. Tomo como mejor referencia el porcentaje de votos obtenidos, pues los escaños no me parecen mejor método de medición al sufrir las correcciones de la Ley D´Hont en un sistema de circunscripciones, en el que no se garantiza una proporción más o menos ajustada entre votos y escaños.

Con una mayor abstención -lo que según los expertos demoscópicos debería perjudicar a la izquierda- el PP avanza sólo el  2,2% en votos respecto a 2008. Teniendo, como tenía, muchos factores a favor, el resultado es malo, o tal vez se minimizó el impacto de la Reforma Laboral  o los recortes.

El PSOE se queda en el 39,52% frente a 48,41% de cuatro años antes, una pérdida de casi el 9%, lo que no es poco, pero tampoco demasiado en función de los resultados de su adversario. Ha tenido suerte.

Izquierda Unida-Los Verdes sube un 4,28%, pero duplica el número de escaños, lo que explica la euforia de dicha formación, amén de ser la llave del Gobierno de la Junta. UPyD y el Partido Andalucista  no alcanzan los votos suficientes para  lograr escaño, lo que puede calificarse de relativo fracaso.

Aunque no sea la norma general, las encuestas han fallado. Sin embargo, el sentido común podía avisar de un resultado así, tomando como precedente el de las elecciones a la Junta de Extremadura de 2011, un territorio sociológicamente parecido  a Andalucía. Entonces, El PP le sacó al PSOE dos escaños, pero no logró la mayoría absoluta (IU obtuvo 3), si bien, contra pronóstico, ésta última formación no se coaligó con los socialistas, dejando así el gobierno en manos Populares. También entonces alguna encuesta daba la mayoría absoluta al PP (El diario el Mundo decía: "El PP podría alcanzar la mayoría absoluta en Extremadura al obtener el 48,4% de los votos" según la encuesta de Sigma-2).

Resulta intrigante observar que muchos votantes del PP se hayan quedado en casa. Un 21,5% de los andaluces que votaron a Rajoy el 20-N no lo hicieron a Arenas el 25-M, más de 400.000. Se ha producido una desmovilización notable en un electorado, el de centro-derecha, que en los últimos años había demostrado una enorme fidelidad al PP. Con esos votos hubiera logrado, probablemente, los 55 escaños que confieren la mayoría absoluta.

Algunos comentaristas de ideología conservadora y algún económico digital como Cotizalia ("Los inversores castigan a España: temen que Rajoy frene las reformas tras las andaluzas") tratan de vincular maliciosamente la democrática elección  de los ciudadanos andaluces a quebrantos en la economía nacional. Sin embargo, la mayoría de los expertos coincide en que el resultado electoral de Andalucía no tendrá un gran impacto en la prima de riesgo y lo esencial es la presentación de los Presupuestos el próximo viernes.

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