Extracto de una entrevista al doctor Pere Roca-Cusachs director del grupo de Mecanobiología Celular y Molecular en Instituto de Bioingeniería de Cataluña. / IBEC.
“Las células son capaces de transformar
cambios mecánicos en respuestas biológicas. Este proceso, denominado
mecanotransducción, tiene una función clave en la evolución de los tumores
sólidos, como el cáncer de mama.
Dr. Roca-Cusachs
En los tumores mamarios sabemos
que un cambio mecánico habitual es el endurecimiento de los tejidos. Es decir,
a medida que el tejido se endurece, el tumor aumenta de tamaño, se altera el
estroma y el entorno celular, y todo empeora.
Nosotros hemos estudiado este
proceso, pero además hemos visto que a medida que el tumor crece, no sólo se
hace más rígido, sino que las componentes de la matriz extracelular, que es
como una malla que da soporte físico al tejido –formada por polímeros ligados
entre ellos–, también cambia de composición.
Así que investigamos qué pasaba
con la respuesta celular cuando el tejido se endurecía y la composición se
modificaba. Y encontramos que uno de los tipos de proteínas que conforman esta
matriz extracelular, denominada laminina,
previene la respuesta celular a este endurecimiento y protege a las células
contra el crecimiento tumoral.
La laminina es uno de los
componentes principales de esta matriz extracelular que, de hecho, en el tejido
mamario tiene un nombre más específico: membrana basal, esto es, el soporte
físico que envuelve las células epiteliales de mama.
Esta proteína es, como decía, un elemento fundamental de esta membrana
basal en tejido sano y se va perdiendo con el tiempo. Así que la explicación es
que el tejido sano tiene este mecanismo de protección que hace que las células
no alteren su comportamiento ni respondan a cambios mecánicos, sino que se
sigan comportando de la forma que deberían hacerlo y esto realmente puede ser
un mecanismo de protección contra la progresión del tumor”.
Este estudio, publicado hace unos
meses, lleva seis años de trabajo detrás
y una participación muy destacada de nuestra investigadora posdoctoral Zanetta Kechagia, primera firmante del
artículo. La investigación tuvo una financiación de 7 millones de euros dentro
del proyecto europeo Mechano·Control, que ya ha finalizado, y cuyo objetivo
era, precisamente, entender el papel de factores mecánicos en el cáncer de
mama.
“Nuestro trabajo es básicamente
in vitro, o sea, en modelos celulares. Pero hemos analizado también muestras de
pacientes y hemos visto que las propiedades que tienen las células dentro de
los tumores coinciden con nuestra hipótesis: es decir, cuanta más laminina hay,
menos respuesta celular se produce y menos deformado está el núcleo de las
células. Esta proteína normalmente está en el tejido, pero cuando se tiene un
tumor se va perdiendo”.
“Por otro lado, nuestro estudio
demuestra que la protección mecánica del núcleo –es decir, el hecho de que el
núcleo celular esté o no sometido a fuerzas– es un elemento crucial del
funcionamiento de la célula. Entonces, si esto fuera algo que pudiéramos
modular o regular, podría dar lugar a nuevas terapias”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario