Vistas de página en total

4 de mayo de 2020

CORONAVIRUS EN LAS ALCANTARILLAS

Eau de Paris, la empresa pública de servicios públicos de agua de la capital de Francia ha estado monitorizando las de dicha urbe durante más de un mes, detectando las oscilaciones en las concentraciones del coronavirus, para suprimirlos después.

Si bien varios grupos de investigación informaron haber detectado coronavirus en aguas residuales, los investigadores del nuevo estudio dicen que son los primeros en mostrar que la técnica puede detectar un fuerte aumento en las concentraciones virales en las aguas residuales antes de que los casos exploten en la clínica. Eso apunta a su potencial como una herramienta barata y no invasiva para prevenir brotes.

"Esta visibilidad también nos ayudará a predecir una segunda ola de brotes", dice Sébastien Wurtzer, virólogo de Eau de Paris. Wurtzer y sus colegas  publicaron el estudio, en el repositorio de preimpresión medRxiv el 17 de abril.

Las alcantarillas ofrecen datos de brotes casi en tiempo real, ya que constantemente recolectan heces y orina que pueden contener el coronavirus de humanos infectados (una vez excretado del cuerpo, el virus se degrada rápidamente, aunque los científicos han encontrado algunos casos de virus infecciosos en la materia fecal). La prueba de reacción en cadena de la polimerasa identifica fragmentos de ARN del SARS-CoV-2, el virus que causa COVID-19. Mayores concentraciones de virus en las aguas residuales corresponden a un mayor número de personas infectadas.

Para el estudio de París, Wurtzer y sus colegas tomaron muestras de aguas residuales de hasta cinco plantas del área de París dos veces por semana entre el 5 de marzo y el 7 de abril. Notaron "altas concentraciones" de ARN viral varios días antes del 10 de marzo, el primer día en que Paris registró múltiples muertes por COVID-19. Las concentraciones continuaron aumentando unos días antes de una aceleración en casos clínicos y muertes en París.

De este modo, el muestreo de alcantarillado ofrece una imagen bastante económica y basada en la evidencia de la carga viral real en una comunidad. Utilizando modelos informáticos que incorporan datos sobre cuántas partículas virales arrojan los individuos y cómo se diluyen en las aguas residuales, incluso es posible traducir las concentraciones virales detectadas en estimaciones de números absolutos de infecciones en el área de captación.
Fuente: revista Science

No hay comentarios:

Publicar un comentario