Como se recuerda, Francisco
Correa, el presunto cerebro
de la trama de corrupción del “caso Gürtel”, abandonó el
pasado mes de abril la cárcel de Soto del Real (Madrid) tras pasar
más de tres años en prisión preventiva. La excarcelación, a la
espera de que se celebre el juicio, se produjo después de que la
madre del empresario abonara la fianza de 200.000 euros que había
sido impuesta tras sucesivas rebajas (inicialmente, era de un millón
de euros). A pesar de quedar en libertad Correa tiene prohibido salir
del territorio nacional y está obligado a comparecer todos los días
en un juzgado (lunes y festivos en la Audiencia Nacional) y siempre
que sea llamado.
Según el confidencial digital
PR Noticias,
Julio Ariza, propietario y presidente del grupo (ahora, más bien
grupito) de medios de comunicación de ideología acusadamente
católico-conservadora Intereconomía,
se ha convertido, últimamente, en asiduo visitante de la mansión
de Francisco Correa en La
Finca, ubicada en
Pozuelo de Alarcón, para “fichar a Francisco Correa como nuevo
número dos y asesor con plenos poderes- para intentar reflotar el
grupo”.
La Finca
es la lujosa urbanización donde viven nuevos ricos madrileños (por
ejemplo, Cristiano Ronaldo, Iker Casillas, Sergio Ramos, Juan José
Güemes, Alejandro Sanz, Borja Thyssen, Luis Alfonso de Borbón,
Francisco Rivera) con mansiones situadas en un lugar exclusivo. Una
urbanización con extremas medidas de seguridad y comodidades sólo
al alcance de grandes fortunas (un chalet a medida cuesta unos doce
millones de euros).
PR Noticias
afirma que Ariza acude “regularmente hasta La Finca y así hablar
de lo humano y lo divino con Correa. Hablan de sus cosas y también
de las fórmulas que Correa está diseñando para salvar a la
compañía del colapso. Una relación en toda regla que ambos
intentan ocultar para no despertar sospechas en la Justicia, que está
atenta a todos los movimientos de Correa en el marco de la
investigación del Caso Gürtel.” (...) “Lo sorprendente de todo
es que Francisco Correa pueda seguir ejerciendo de asesor en una
empresa, con todas sus cuentas embargadas y con el ojo de Hacienda y
de la investigación judicial en todos sus movimientos”
Al hilo de estas noticias,
cabe recordar la renuncia el pasado mes de julio de José Antonio
Choclán, abogado de Francisco Correa, que renunció a su defensa en
un escrito presentado en la Audiencia Nacional. El abogado tenía
como cliente a Correa desde 2009, cuando estalló el caso Gürtel e
ingresó en la cárcel de Soto del Real (Madrid), de la que consiguió
que saliera en 2012 tras depositar su madre un aval para pagar la
fianza de 200.000 euros que le impuso el juez Pablo Ruz.
Que paradoja: viejos mendigos
duermen en cajeros automáticos de bancos mientras que presuntos
macrodelincuentes siguen viviendo – y a tenor de la lentitud de la
justicia española, durante mucho tiempo-, en lujosas mansiones.
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