Puede que la frase le quedase corta: debió añadir “contra los trabajadores”.
Entonces, ¿a favor de quién se orienta?. Evidentemente, de Ángela Merkel y de los empresarios. En el primer caso, Rajoy cumple uno de los mandatos de la alemana, con el objetivo no manifestado de lograr una ralentización en la reducción del déficit público, algo, a priori, difícil . En el segundo, opta claramente por favorecer el mantenimiento de las empresas a costa de los empleados, que podrán ser despedidos más fácil y más barato.
El mismo Cristóbal Montoro reconoció el pasado lunes que la reforma laboral no va a crear empleo por sí misma. Muy cierto, desde luego. Para ello se necesita algo primordial: financiación para sostener el crecimiento económico. Pero ese asunto pasa, ineludiblemente, por la actitud de los bancos y Cajas, y eso son palabras mayores. Probablemente, hubiera sido más sensato y urgente realizar una reforma financiera valiente, pero eso no conviene hacerlo por Decreto-ley. Eso hay que hablarlo antes con los interesados, que da la casualidad que son los que tienen además de los dineros, no poco poder.
Resulta bastante razonable, y yo diría que hasta moderado, lo que ha dicho el Secretario General de la UGT, Cándido Méndez: “algunos empresarios están preocupados porque pedían cambios y financiación y el Ejecutivo les ha dado cambios y un garrote, pero no financiación. (...) "Les ha dado un instrumento para que saquen de los derechos laborales y de los salarios la financiación, y eso no les gusta a los empresarios con conciencia”.
Es significativo que sólo se hayan acordado dos medidas para estimular el empleo: las reducciones de cuotas en los contratos de formación y los incentivos fiscales y bonificaciones en los contratos indefinidos de apoyo a emprendedores. Ambas medidas favorecen en su mayor parte a las empresas de menos de cincuenta trabajadores y candidatos menores de 30 años.
En contra de lo manifestado por la ministra de trabajo, cuando afirmaba que es una reforma “equilibrada”, lo cierto, como escriben Juan Torres López y Alberto Garzón, del Consejo Científico de ATTAC España, “es una auténtica voladura controlada de los derechos laborales y de los principios que dieron lugar al Derecho del Trabajo.
En lugar de que el legislador admita que en la relación laboral hay una asimetría profunda porque empresario y trabajador parte de situaciones diferentes y disponen de un poder de negociación muy desigual y que, por tanto, el segundo necesita normas que lo protejan, se concede ahora todo el poder de decisión a quien lo tiene de partida por ser el propietario del capital frente a quien solo dispone de su fuerza de trabajo.”
En lugar de que el legislador admita que en la relación laboral hay una asimetría profunda porque empresario y trabajador parte de situaciones diferentes y disponen de un poder de negociación muy desigual y que, por tanto, el segundo necesita normas que lo protejan, se concede ahora todo el poder de decisión a quien lo tiene de partida por ser el propietario del capital frente a quien solo dispone de su fuerza de trabajo.”
Cree el Presidente del Gobierno que la reforma dará sus frutos a medio plazo. ¿Y hasta entonces, suponiendo ello que sea cierto, que hacen los millones de parados sin cobertura o con la mínima del subsidio para subsistir? Tal vez el problema sea que toda esta política económica auspiciada desde la Unión Europea, como opinan los premio Nobel de economía Paul Krugman y Joseph Stiglitz no van en la dirección correcta.
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