Vistas de página en total

5 de mayo de 2011

ASESINATO DE CALIDAD

Como en la famosa novela de John Le Carré, un asesinato brutal parece haberse cometido, pero en esta ocasión la víctima no era una inocente esposa sino el terrorista más buscado del planeta. 

Las últimas noticias parecen dar como muy probable que la orden recibida por el comando norteamericano era liquidar al líder de Al Qaeda, ya que éste se encontraba desarmado y que los disparos a la cabeza y pecho eran mortales de necesidad. El portavoz de la Casa Blanca, Jim Carney, dijo que el hecho de que Bin Laden estuviera desarmado no modifica la calificación de que ofreció resistencia, ya que "existen otros modos de resistencia que el de esgrimir un arma", una declaración que deja en evidencia al que la expresa, ya que no cabe imaginar de que modo podía el saudí resistirse efectivamente frente a un buen número de supersoldados armados hasta los dientes (¿tirándoles el despertador, quizá?). 

La mujer, también desarmada, que fue herida tampoco ayuda mucho a pensar que tuvieran en mente ser demasiado cuidadosos.

Al terrorista se le debió capturar vivo, posibilidad que nadie duda como posible, pues los SEAL gozaban de una superioridad abrumadora. Se le debía haber detenido y juzgado conforme a derecho, pues según parece, Estados Unidos es un país democrático, y los paises democráticos se diferencian de los que no lo son, entre otras cosas, por ofrecer un juicio justo y con las debidas garantías, aunque se trate de un criminal de enorme dimensión. Después, el veredicto hubiese sido el que correspondiera. De esta forma, la sombra de la venganza se cierne sobre Obama, una sombra cargada de intereses electorales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario